Dicen los expertos que en pocos sitios del mundo se encuentra un mejor aceite de oliva que en la provincia de Jaén. Sostienen los especialistas que esta grasa vegetal (la mejor del planeta) ha estado presente, está y seguirá estando en la historia (1) más viva de esta tierra, una historia que escriben sus ciudadanos.
En nuestra provincia, desde hace siglos, el aceite -fuente de vida, de cultura, de sustento económico- ha formado parte inseparable de una sociedad que ha vivido por y para el zumo de la aceituna. De sobra es concocida la relación que ha mantenido y sigue manteniendo el aceite con Jaén. Hasta tal punto esta vinculación es estrecha que los especialistas en la salud han asegurado que los hombres y mujeres de nuestra tierra viven más que los de otras provincias de Andalucía y que la razón, entre otras cosas, habría que buscarla en una dieta rica en aceite de oliva.
Al margen de sus beneficiosos efectos sobre la salud (2), el aceite de oliva es excelente como elemento gastronómico:
Es muy adecuado como aceite para freír. su resistencia a la degradación permite un mayor número de usos (hasta 10 ó 12). Es el único que admite varias frituras sin perder por ello calidad, lo que no se puede decir igual del resto de grasas vegetales.
Además, como impregna menos los alimentos que se cocinan, influye menos en el sabor y olor propios de los alimentos cocinados.
Su sabor, textura y olor, sin embargo, aportan una nota de calidad al aderezo, condimentación y aliño de ensaladas y salsas.
Y ahora se abre el camino a la cosmética natural. Los efectos beneficiosos del aceite de oliva también se dejan sentir en el cuidado de la piel, ya que posee partículas para hidratar y tonificar. Empresas jiennenses ya han descubierto sus propiedades y han lanzado al mercado jabones, geles y perfumes elaborados exclusivamente con aceite de oliva.
De él se sabe casi todo, pero el campo de la investigación sigue abierto.